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Chin japonés

Historia:
Uno de los enigmas de vida es por qué el Chin japonés continúa siendo aún una raza relativamente rara y desconocida. Se trata de un perrito que lo tiene todo: es fácil de cuidar, su aspecto es encantador y la raza ha contado incluso con el favor real: la reina Alejandra, consorte de Eduardo VII, llegó a tener más de doscientos.

El Chin es una de las razas más antiguas y su historia exacta es difícil de precisar, aunque es posible seguir la pista de sus antepasados en China y Corea hasta hace más de 1100 años. En Japón, había dos tipos o tamaños de Chin que se criaron por separado y durante siglos exclusivamente en casas nobles, y eran tan apreciados que su posesión estaba prohibida a los plebeyos.

Vida media
Los Chin japoneses pueden vivir entre 12 y 14 años.

Tamaño y peso medios
25 a 30 cm
1 a 5 kg

Chin japonés
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Apariencia

Personalidad, características y temperamento
El Chin es un perrito inteligente, alegre y vivaz, de buen carácter y temperamento amable. Aunque les gusta estar sentados tranquilamente en tu regazo o acurrucados en un sofá, siempre están listos para el juego y les encanta correr alocadamente.

Compatibilidad con otros animales
Los Chin son más felices en compañía de otros perros de su misma raza. De hecho, pueden convivir en armonía en gran número, ¡aunque es suficiente con que tengas dos!

Quiérelo como él te quiere

Cuidados
El Chin japonés, con su pelaje sedoso, es fácil de mantener bien arreglado y un cepillado dos o tres veces por semana con un cepillo de cerdas duras, con especial atención a detrás de las orejas —donde tienden a formarse nudos—, y un baño cada cierto tiempo es todo cuanto hace falta para su cuidado. Esto ayudará también durante la muda.

Debido a la cara chata del Chin, sus ojos están más expuestos a sufrir daños y en ese caso deberás acudir inmediatamente a tu veterinario. Como con cualquier otro animal, tendrás que revisarle y limpiarle regularmente los ojos y los oídos. El Chin no necesita mucho espacio para hacer ejercicio, así que es ideal para personas que viven en un piso. No obstante, disfrutará de un buen paseo o, mejor aún, de correr suelto.

El Chin es una raza de interior y se crían exclusivamente para ser perros de compañía. Un perro confinado permanentemente en el exterior será un animal desgraciado. También será infeliz si lo dejas solo durante tiempo y si habitualmente estás fuera todo el día, esta raza no es para ti. El Chin necesita cierta independencia y es un perro sensible que reacciona mal a una disciplina estricta, de modo que si quieres un perro al que dominar, ésta tampoco es tu raza.

Dueño ideal
Al Chin japonés no le gusta que le molesten ni los juegos rudos y por ello es más adecuado para personas mayores o familias sin niños pequeños.